viernes, 21 de diciembre de 2012

Libros de este año III

La verdad es que ha habido algún que otro capricho más y durante los trayectos a la biblieteca me he hecho con ejemplares de la mesa de donativos...aunque ahora no los tengo a la vista y por tratarse de libros antiguos y alguno no tanto, no me acuerdo de los títulos...

Al salir del Caixa Fórum me entretuve en la tienda y cayó:

                                                       Christian Ponchon- Rebeca Dautremer

Durante la visita de rigor a los talleres de Ilustratour también me dejé llevar por:



y sé que compré algún libro más, pero ahora no me viene a la memoria. Generalmente primero me los saco de la biblioteca y después, si la conjunción de ilustración y texto me ha gustado, lo pongo en la lista de libros deseados. A veces las ilustraciones son muy bellas, pero el texto no dice nada, o la maquetación es muy mala. Otras, la ilustración no me acaba de convencer, sin embargo si el texto es bueno, también engrosa la lista.

Después han llegado: 

Alex Cousseau- Kitty Crowther

Este último lo encargué de importación y en la librería estaban muy intrigados con el texto. Personalmente fue uno de los libros que trajo consigo Benjamin Chaud al taller de este verano y me encantó su lectura. No sé si será fácil para un niño (con mis alumnos no lo he probado, pues no tienen tanto nivel de francés como para leerlo).

De casualidad y en inglés ha sido mío (al visitar la biblioteca Central): 


que ya estaba en casa de mis padres, pero pertenecía a otro familiar...

trasteando entre cajas de mudanza ha aparecido:


En labores de recogida y limpieza...


del que ya hablé en alguno ocasión (sátira genial).

Y los últimos que me he comprado en noviembre (sin descuento del día de las librerías porque justo esta no formaba parte de la celebración, mecachis!).



Estoy convencida de que en reyes cayó algo más, pero no lo recuerdo y los de Valladolid pendientes, tampoco. Sé que llegado cierto momento, tuve que cambiar los libros de sitio porque el mueble en el que estaban comenzaba a deformarse (y daba un pelín de miedo). Ahora con los libros en cajas de mudanza, es difícil saber cuáles he nombrado y cuáles no). 

También estoy contenta pues han aparecido libros de mi infancia guardados en cajas. De algunos tenía recuerdos muy vivos y otros más lejanos. Lo que ahora veo como menos dudoso es el hecho de que mi camino personal llegara a este punto.








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