Llevaba tiempo queriendo ver la película homónima del libro de Anna Gavalda que ya comenté, y como así ha sido, ya lo puedo contar, aunque pasó sin pena ni gloria. El libro era demasiado bueno para dejarlo en un film sin mucha chicha ni limoná. Incluso en el libro, los dibujos de Camille siempre me parecieron preciosos en su simplicidad; los de la peli son incluso peores que los de mi primer año de carrera, y es que cuando se entiende del tema, es difícil convencernos.
Así que en ningún caso la veáis antes de leer el libro, pues saldréis insatisfechos y habréis estropeado una gran novela.
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